Cuando duele oír.

Hay personas a las que los ruidos más comunes,como las risas, el timbre del teléfono, un grifo abierto, una aspiradora, etc., es decir sonidos diarios comunes, en general no dañinos para el oído normal, pueden causar dolor, frustración o rechazo, incluso miedo.

Son personas que padecen hiperacusia, una alteración del oído que  hace que sonidos de intensidad normal, incluso baja, les molesten y hagan daño.

Otro inconveniente para las personas que tienen este problema es la falta de compresión del resto de la gente. Con frecuencia, se les acusa de ser hipersensibles, incluso histéricos.

?Oyes demasiado bien? es una frase frecuente, pero no es así. Por el contrario, lo que ocurre es que se reduce su tolerancia a sonidos específicos, y a niveles de sonido que no se suelen considerar altos.